domingo, 3 de mayo de 2009

Derecho de conciencia.

 

¿Qué es el derecho de conciencia? La respuesta es bastante simple: Tu herencia espiritual. Así como en la tierra tenemos posesiones materiales, y solemos heredar la de nuestros padres si las tienen, tu Ser también tiene “posesiones”. Por supuesto que estas posesiones nada tienen que ver con casas y fortuna, bueno, en realidad algo de eso también hay.

Antes de vivir esta vida que estas viviendo, viviste cientos o miles de vidas pasadas. Fuiste vegetal, fuiste animal, fuiste humano. Y como humano viviste muchas vidas, siendo mujer y siendo hombre. Durante todo este tiempo has adquirido habilidades, has evolucionado, has ido para adelante. Quizá te has estancado, pero nunca has ido para atrás, es imposible que si eres un ser humano en esta vida, seas un gato en tu siguiente vida. Ya “aprobaste” el grado de gato.

Ahora bien, es posible que en nuestras vidas nos estanquemos y vivamos varias vidas solamente para aprender algo a lo que somos reacios a aprender. En metafísica nos referimos a cristalizaciones. Una cristalización es un dogma, es una creencia, es un sentimiento o una forma de pensar que nos impide seguir hacia adelante. Por ejemplo: Vivir con amargura o resentimiento. Te puedo apostar lo que tú quieras que un ser jamás logrará la ascensión y la evolución espiritual si no aprende a vivir sin amargura. La lista de ejemplos puede ser enorme, pero creo que con este ya queda clara la idea.

El derecho de conciencia es todo aquello que has ganado espiritualmente en tus vidas anteriores, son tus triunfos, tu evolución. Y nada, ni nadie te los puede quitar.

Por ejemplo: Supongamos que en tu vida pasada fuiste alguien con mucho dinero, tenías fortuna y tu vida transcurría sin problemas económicos. Ahora en esta vida, quizá eres de clase media o baja y te preguntas ¿Dónde quedó el derecho mío a la riqueza? Como el dinero es algo terrenal, y no forma parte de tu Ser es algo que va y viene, pero tu derecho a ser rico ya está en tu esencia. Si te lo mereces, claro. El hecho de que actualmente tengas o no, es un claro indicio si te lo mereces o no. Si antes lo tuviste (vida pasada o incluso esta vida) y ahora no, es por karma.

Y si nunca lo tuviste, no has acumulado el suficiente dharma para ser merecedor de la abundancia.

La buena noticia es que ambas situaciones son fácilmente reversibles. Resumiendo lo anterior: Si te escasea el dinero es por Karma. Así que es hora de ponerte a trabajar en tus acciones, deseos y palabras para revertir ese estado espiritual que limita el correcto flujo económico en tu ser.

El dinero vuela

Haz un examen de conciencia: ¿Me merezco tener dinero? ¿Soy buena persona? ¿Soy generoso? ¿Reconozco el dinero como algo bueno o lo uso egoístamente? Mientras más examines tu conciencia y tus ideas más claro lo tendrás y si no tienes dinero vas a descubrir porque no. La verdad es que hay gente que está preparada para ser adinerados, pero otros lamentablemente todavía no.  Hay quiénes creen que el valor dinero-persona es algo estrecho, cuando la verdad es que no, nadie es mejor persona por tener más dinero. Otros ven a los que tienen dinero como gente mala, soberbia, gente sin escrúpulos o explotadores. Todos esos pensamientos son cristalizaciones y jamás, pero jamás vamos a tener fortuna si no los vencemos. La gente con dinero es gente como tu y como yo, solo que tienen mas accesos a otras cosas. Gente mala o buena las encuentras en todas y cada una de las clases sociales.

El dinero es como una energía, va a fluir a nosotros solo si estamos en sintonía con esa energía. Y no olvides en esto los decretos, todo decreto que hagas es una orden para tu Ser, para tu cerebro y para el universo, así que no necesito decirte que si todos los días te repites: ¡Que caro está todo! Sin duda, todos los días todo estará caro para tu bolsillo. ¿Piensas que un millonario va a decir algo así? No, porque para el nada es caro. El puede costear lo que quiera, el concepto de “caro” o “barato” son conceptos que nos limitan.

Así que la próxima vez que te encuentres con algo que no lo puedas costear piensa mentalmente o repite en voz alta: Esto aún no es mío, pero pronto lo será si me lo merezco. Muchas gracias porque sé que así será.

Que diferencia con decir: ¡Esto es carísimo, nunca podría comprarlo!

Por favor, no me creas una sola palabra. Ponlo en práctica, empieza a cambiar esa forma de pensar y actuar. Muy pronto vas a empezar a ver como esos accesos comienzan a abrirse y como el dinero empieza a llegar a tu vida. Porque has empezado a crear tu derecho de conciencia de la abundancia. Tu derecho a vivir en la abundancia. ¡Hasta la próxima!